Expresiones como el "frente", la "vuelta", el "calce" y otras formas similares para referirse a la ubicación de una firma dejaron de ser relevantes en nuestra legislación.
Con la publicación en 1998 de una NOM, luego con la reforma a los Códigos Civil y Mercantil en el 2000, más adelante con la publicación de la Ley de Firma Electrónica en 2003, luego con su inclusión en el Código Fiscal en 2004 y, finalmente, con el ajuste al marco normativo en los sectores Finaciero y Laboral, los Documentos Electrónicos y la Firma Electrónica son ya la base legal de un sinúmero de procesos de negocios.